¡Ni con ayuda!
Un hombre que no podía tener descendencia decide visitar a su médico para poner solución al problema. El médico le entrega un tarro y le pide que se lo devuelva al cabo de una semana, con su semen, para analizarlo.
Después de 7 días, vuelve al consultorio con el tarro y le dice:
-Mire usted, doctor, he probado con la mano derecha... y nada; luego con la izquierda... y tampoco. Mi mujer ha probado con las dos, mi suegra hasta con los dientes... ¡Y le juro que no hay forma de abrir el tarro!
Fuente . Chistes para adultos
Corporación Editora Chipre
lunes, 21 de julio de 2008
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